Fui la puta de un negro y me dejé follar por dinero
Durante el poco tiempo que estuve viviendo en Sao Pablo, me llamó la atención la cantidad de hombres que me hicieron insinuaciones y propuestas sexuales. Yo no me vestía de ninguna forma provocativa ni nada por el estilo, pero se ve que mi cuerpo diminuto, mi delgadez, el color de mi piel o mi pelo les llamaba la atención y les parecía guapísima. Obviamente, no acepté ninguna de ellas… hasta que estuve a punto de volverme. Unos días antes de regresar a casa pensé que no podía irme de Brasil sin probar una polla negra, y me dejé follar por dinero por un negro semental. ¡Por Dios, qué follada me dio! Estos negros si que saben follar como bestias. El tío me taladró el coño de tal manera que me hizo correr varias veces. De haber sabido que follaba tan rico, sin dudas me hubiese dejado follar antes…