Hasta ahora Nanako Haruna solo había probado pollas asiáticas
No es que las pollas de los japoneses y los asiáticos en general sean muy distintas a las del resto de los mortales, pero lo cierto es que Nanako Haruna se moría de ganas de probar otra que no fuera proveniente del continente asiático. Todos los rabos que conocía hasta entonces eran de su país, y estaba muy ansiosa por tener sexo con otro tío. La mejor forma que encontró fue presentándose a un casting porno. Allí fue donde por primera vez tuvo frente a sus morros un rabo diferente. ¿Qué fue lo primero que hizo? Pues, se puso a mamarlo como loca. Le gustó tanto que no paró de mamar hasta sacarle la leche y, por desesperada, se quedó con las ganas de que el tío se la follara.