Ian Scott consigue follarse a la asistente putona Christina Shine
Ian Scott pensó que con que la asistente Christina Shine aceptara ir a su casa a llevarle el trabajo, bastaría para follársela. Sin embargo, en cuanto empezó a tocarle la pierna, la rubia se negó y el jefe se dio cuenta de lo equivocado que estaba. ¿Acabaría quedándose con las ganas? Imposible. Venía esperando follársela ese día desde hacía varias semanas, así que inmediatamente se fue al baño a hacerse la paja. Así, con la polla en la mano, lo pilló la asistente. Fue recién entonces cuando la guarra decidió apiadarse de él y se puso a mamarle la polla. Claro que, desde entonces, ya no habría vuelta atrás. Tal como el jefe deseaba, acabó follándosela bien follada.