Kelsi Monroe castigada por ladrona con una enculada fatal

Kelsi Monroe pecó de inocente al meter la mano en la cartera del jefe. Nunca nadie le había robado, y menos en su propia casa. Ella llevaba menos de una semana currando. ¿Quién más podría ser? Lamentablemente, la descubrió a través de las cámaras de seguridad. Era una lástima, porque no quería tener que echar a una empleada tan guapa. Por suerte, Kelsi estaba dispuesta a reconocer su error, disculparse y aceptar un castigo. El jefe le tenía tantas ganas que aprovechó la oportunidad para follársela hasta por el culo y, después de comprobar que además de dejarse encular tenía unas tetas y un culo de muerte y sabía chupar pollas como ninguna, decidió perdonarla.