La criada emo acabó convirtiéndose en esclava sexual
A esta criada emo el rol de sumisa le sienta como anillo al dedo. Claro que ella no lo sabía hasta que el jefe le ordenó que se pusiera a currar en bragas. Como aceptó sin decir una palabra, después la obligó a desnudarse por completo y, tras ponerse cachondo mirándole las tetas, el coño y el culo, la cogió del cabello, la hizo arrodillar y la puso a mamarle la polla. El cabrón le folló la boca un largo rato y la dejó desnuda, de rodillas, como una esclava obediente a la espera de una nueva orden. Desde ese momento, dejó de limpiar, fregar y recoger para satisfacerlo sexualmente a cada rato.