La doctora Kelsi Monroe se tentó con la polla enorme del paciente
Kelsi Monroe se sorprendió al ver la tremenda erección que tenía su paciente. El tío se había pasado de pastillas azules, así que no había forma de que se le bajara la polla. Se veía tan grande y dura que la tentación de tocarla y chuparla era imposible de evitar para la doctora. Empezó por masturbarlo, y enseguida sintió la necesidad de metérsela en la boca y comenzar a mamársela. En ese momento entró la esposa del chaval, pero como la doctora estaba detrás de la tela y no se la veía, no le importó y se sentó sobre el rabo para ponerse a cabalgarlo con la mujer a menos de dos metros.