La empleada del hotel me pilló masturbándome y me sacó la leche
Llevaba tres días en el hotel y ya sabía que todas las mañanas, a las 9 en punto, la empleada entraba en el cuarto a cambiar las toallas. El día anterior me pilló en bolas cuando estaba saliendo de la ducha y la guarra, en vez de voltearse, se quedó mirándome la polla. Por eso, esa mañana, decidí darle una sorpresa. Cuando entró, me encontró desnudo, echado sobre la cama, haciéndome una paja. La muy zorra no solo se quedó mirando, sino que hasta empezó a tocarse y a enseñarme las tetas. Se calentó tanto que se quitó la ropa y se puso a chuparme la polla, así que acabé follándomela y, al final, me corrí sobre su cara por zorra y viciosa.