La negrita Moriah Mills obliga al fotógrafo Tony Rubino a follársela

Moriah Mills no podía creer que el fotógrafo fuera tan inexperto. Llevaba ya un largo rato intentando aprender el funcionamiento de la cámara, así que la negrita llegó a la conclusión de que, en realidad, solo estaba allí para verla desnuda y no sabía nada de fotografía. Fue entonces cuando decidió llamar a la agencia para quejarse, pero el tío, Tony Rubino, le rogó que no lo hiciera y le dijo que estaba dispuesto a hacer lo que fuera a cambio de que lo perdone. Lo que fuera, para la negra culona, era que le lamiera el culo, le comiera el coño y se la follara ahí mismo. Al final, todo resultó tal como Tony lo había planeado.