La negrita tetona se folla al vecino nuevo en la cocina
La negrita tetona descubrió que el vecino que acababa de mudarse a la casa de al lado era tan negro como ella y eso la puso a mil por hora. En ese instante empezó a idear la manera de follárselo hasta que se le ocurrió que, la próxima vez que se lo cruzara en las escaleras, los pasillos o el ascensor, le pediría que fuera a su casa a intentar resolverle un problema con la luz. La negra no es nada buena disimulando, así que el negro entendió a la primera que lo que la guarra quería era comerle la polla y que la pusiera a cuatro patas para follársela duro desde atrás. ¡Por supuesto que le cumplió el deseo!