La pastilla azul le devolvió la alegría a este viejo verde
Este viejo verde no se lo podía creer cuando se tomó por primera vez una pastilla azul. Hasta entonces no se había animado a probarla porque, por un lado, desconfiaba de su efectividad y, por otro, tenía miedo de que le provocara algún problema cardíaco. Cuando la probó sintió que estaba tocando el cielo con las manos. Enseguida cogió el móvil y llamó a una prostituta para que le comiera la polla. Hacía más de treinta años que no le hacían una mamada decente y, esta vez, tenía una erección increíble. El abuelo aguantó todo el tiempo que pudo antes de correrse, ya quería disfrutar al máximo del increíble sexo oral que le estaban haciendo.