La propina de la mesera mexicana fue una verga negra
No hay dudas de que este negro es todo un seductor. Apenas cruzó unas pocas palabras con la mesera mexicana, pero fueron suficientes para seducirla y lograr que la acompañara a su piso. Allí, le regaló un conjunto de lencería sexy y un picardías negro transparente y le pidió que se lo pusiera para ver como le quedaba. Así consiguió que gordita se quedara casi en pelotas y después, ofreciéndole unos pocos pesos de propina, la hizo suya sin problemas. El negro se la folló como quiso. Se la clavó en todas las posturas y a la guarra le gustó tanto que quedaron para volver a follar al día siguiente.