La repartidora Annabel Massina se folla a un cliente que la recibe desnudo
Annabel Massina había visto muchos videos de mujeres desnudas abriéndole la puerta a los repartidores, pero nunca pensó que una cosa así podría pasarle a ella. Se preguntaba que haría si alguna vez le sucediera, y estaba convencida de que le patearía los cojones al chaval y saldría corriendo. El día en que le pasó, sin embargo, la reacción fue la contraria. La situación le provocó tanto morbo que sintió muchos deseos de comerle la polla al cliente y follárselo. El tío estaba encantado. No pretendía más que enseñarle el rabo como todo exhibicionista, y acabó follándose a un pibón que se dejó llenar el chocho de leche.