Llevé a mi vecina en el coche y cumplí mi fantasía
¡Qué sorpresa me llevé al encontrarme a mi vecina caminando por la calle estando tan lejos de casa! Era una oportunidad excelente para saludarla y hablarle como nunca me había atrevido a hacer en el pueblo. Al enterarme de que estaba yendo para la casa, me ofrecí a llevarla y, en el viaje, me la ligué. Fue mucho más fácil de lo que jamás me hubiese imaginado. Unas pocas palabras y ya tenía el polvo asegurado. Siempre había fantaseado con verla desnuda, y de repente la tenía de rodillas chupándome la polla y de espaldas con el culo en pompa deseando que me la follara. ¡Por fin pude cumplir mi fantasía!