Me bañé con mi hermanastra y terminamos follando como lesbianas
Bañarme con mi hermanastra no era garantía de que fuera a pasar nada entre nosotras, pero sin dudas estando desnudas bajo la ducha, rozando nuestros cuerpos y tocándonos, seguramente habría más posibilidades que mirando la televisión sentadas sobre el sofá, completamente vestidas. A juzgar por los resultados, mi idea de invitarla a ducharse conmigo fue perfecta. Enseguida empezamos con las caricias y, a los pocos segundos, ya estábamos comiéndonos los coños. Yo llevaba mis juguetes, así que hasta me la follé con mis consoladores y mi strapon. Ahora sí, podemos asegurar que las dos somos lesbianas y, si no fuésemos hermanastras, seguramente seríamos pareja.