Me costó dejar a mi esposa en manos de otro para que la follara
Mi primera experiencia swinger fue bastante traumática. Aunque quería ver a mi esposa gozando con otra polla, en el momento sentí mucha pena por mí y me costó soltarle la mano y dejarla ir. El tío estaba prácticamente arrancándola de mis brazos, y ella se dejaba llevar. Mientras tanto, le tocaba las tetas y le restregaba la polla por el culo, lo cual me hacía poner muy celoso. El momento en que se soltó de mi mano fue el peor. Lo hizo para cubrirse porque el tío le había levantado la camisa dejando sus tetas al aire. En ese momento, supe que ya no era mía. El hombre le besaba y le chupaba el cuello mientras le pellizcaba los pezones, y ella ya estaba empezando a gozar…