Me follé a mi madrastra y le llené el coño de leche
Mi padre cometió un error tremendo al contarme cómo se follaba a mi madrastra por las tardes. Resulta que a la zorra le encanta meterse desnuda debajo de las sábanas y masturbarse con los dedos para ponerse cachonda antes de dormir la siesta. Eso le provoca sueños eróticos, así que cuando mi padre regresa a casa y se la encuentra en bolas en la cama, empieza a comerle el coño y se la folla hasta que se despierta. Siguiendo sus indicaciones, entré en el cuarto media hora antes de que él regresara y me la follé. Su cara de asombro al abrir los ojos y ver que era su hijastro el que se la estaba follando me puso tan cachondo que no pude resistirme y me corrí dentro de su coño.