Mi cuñada vino a verme al hospital y acabamos follando
Cuando estuve ingresado en el hospital por el accidente, mi hermano venía a visitarme casi todos los días y, cuando no podía, la mandaba a mi cuñada para que viera qué tal estaba. Una tarde, ella se apareció con un sujetador de encaje transparente y yo, al verla, tuve una erección instantánea. Ella se dio cuenta de que me había calentado y se lo quitó para enseñarme las tetas a cambio de que yo le enseñara la polla. Ese coqueteo tan intenso con mi cuñada nos llevó inevitablemente a ponernos a follar. Ese fue el único polvo que nos echamos y es, hasta ahora, nuestro secreto mejor guardado.