Mi hermanastra me provocaba mientras mirábamos una serie juntos
La zorra de mi hermanastra no paraba de provocarme. Mientras estábamos mirando una serie juntos, se puso a chupar un polo como si fuera una polla y se me insinuaba poniéndome caras. Cuando notó que la polla se me había puesto dura, me dio el polo para mantenerme con las manos ocupadas y se puso a tocarme el rabo. ¡Dos segundos después me la estaba chupando! Yo no me lo podía creer. Mi propia hermanastra me estaba haciendo una mamada y, por lo caliente que estaba, era inminente que acabáramos follando. Esa follada marcó un antes y después en nuestras vidas. Ahora, mi obsesión es su culito, y prometo acabar rompiéndoselo muy pronto.