Mi hijastro me grabó masturbándome mirando porno
La vergüenza que sentí cuando descubrí que mi hijastro me estaba espiando es inexplicable. El cerdo me pilló masturbándome, casi en bolas y mirando una película porno en el salón. Obviamente que me vio el culo y el coño, pero eso no sería tan grave si no fuera porque me estaba grabando con el móvil. El muy cabrón estaba haciendo un video para extorsionarme, así que ese día tuve que masturbarme enfrente suyo y, desde entonces, me convertí en su esclava sexual. Ahora tengo que comerle la polla cada vez que le sale de los cojones y, al menos una vez al mes, me pone mirando hacia Cuenca para romperme el culo.