Mi jefe se folla a mi esposa en mis morros y yo me masturbo
Presentarle mi esposa a mi jefe fue uno de los peores errores que cometí en mi vida. El tío automáticamente quedó flipando en colores, y se obsesionó con la idea de follársela. Se sentía tan poderoso al ser el jefe de su esposo, que creía que podía ordenarle que hiciera lo que él quisiera, como hacía conmigo. Aunque no debía ser así, lo terminó siendo. Primero me lo propuso a mí, diciéndome que mi mujer le gustaba mucho y que, si yo no me enojaba, le encantaría follársela delante mío. Me convenció diciéndome que lo tendría muy en cuenta si yo le hiciera ese favor, y cuando se lo conté a mi mujer, me dijo que yo era un gilipollas, que merecía convertirme en un cornudo mirón y ella misma lo llamó para que viniera a casa a follársela mientras yo me masturbaba mirándolos.