Mi mamá me pilló espiándola en la ducha y nos pusimos a follar
Menuda sorpresa me llevé al ver a mi mamá desnuda bajo la ducha. ¡Tenía mejor culo que todas las tías que me había follado! La polla se me puso como una piedra y la tentación de espiarla y masturbarme ahí mismo fue irresistible. Cuando se volteó y se puso de frente atiné a esconderme, pero no quise perderme de ver sus hermosas tetas y ese coño que tantas veces había penetrado mi papá. Creí que ella no podía verme, pero me pilló con la mano en la polla y eso fue lo mejor que pudo haberme sucedido, ya que se puso a chupármela. ¡La mamada que me hizo mi madre fue la mejor que me hicieron en mi vida! Semejante experiencia no podía terminar sin una buena follada.