Mi padrastro estaba dormido y le saqué la leche con una mamada
Mi padrastro llegó tan borracho a casa la otra noche que mi mamá se cabreó mucho y lo mandó a dormir al salón porque olía a alcohol que mataba. Él, del pedo que llevaba, se quitó toda la ropa, se echó sobre el sofá y se tapó con una manta. Cuando llegué y me lo encontré todo desnudo, no pude resistir la tentación de mirarle la polla. ¡Por Dios! ¡Cómo me puse al ver ese rabo gigante! Intentando no despertarlo, me lo metí en la boca y comencé a chupárselo. Estaba tan rico que no pude detenerme hasta que se corrió. ¡Acabé sacándole la leche a mi padrastro de una mamada!