Mi padre dejó a mi madrastra cachonda en casa
Tia Cyrus, mi madrastra, entró en mi cuarto vestida solo con un sexy conjunto de lencería de color amarillo. Era la primera vez que la veía casi desnuda y, en su rostro, se notaba claramente lo triste que estaba. Cuando le pregunté qué le pasaba, me contó que mi padre no vendría a cenar, ni tampoco la llevaría al cine como le había prometido. El muy cerdo cambió la cita con su esposa por un polvo con la secretaria y yo, que no podía ver a mi madrastra tan guapa y deprimida, me ofrecí a hacerle pasar una noche inolvidable y le enseñé mi polla dura como una roca. Enseguida se puso a masturbarme y a mamármela, así que acabamos follando apasionadamente durante el resto de la noche.