Para ser monja en esta iglesia hay que dejarse someter por el sacerdote
Stirling Cooper es un sacerdote bastante guarro, que prácticamente ha transformado su iglesia en un templo del sexo. Solo hay que ver como trata a las monjas Lily Lane y Petra Blair para comprobarlo. Es verdad que al final siempre acaban montando tríos en los que ellas disfrutan mucho comiéndose los coños mientras él se las folla, pero antes de eso las castiga atándolas, dándoles nalgadas y obligándolas a hacer todas las guarradas que le salen de los cojones a punta de pistola. Las pobres no tienen derecho a negarse a nada, así que no hay día en que, al menos, no le chupen la polla.