Putita rubia calienta al abuelo y se echan un polvo tremendo
Teniendo una nieta como esta rubia no hay mucho por hacer. Es follársela o follársela. Si ella está decidida a follarse al abuelo, no hay quien pueda detenerla. Es que con su imponente belleza, ¿Quién se privaría de echarle un buen polvo? Pues nadie, obviamente. Ni siquiera el propio abuelo. Imagínate que fueras un viejo como este anciano, que lleva años sin follar, y de repente viene tu nieta a provocarte, dispuesta a encuerarse, comerte la polla y abrirse de piernas para que se la metas bien hasta el fondo del coño. ¿Dejarías que se quede con las ganas? ¡Imposible!