Rose Monroe se folla al camarero Duncan Saint para vengarse del marido
Rose Monroe está cansada del marido. El cabrón se lo pasa todo el día con el móvil y no le presta ni un segundo de atención. Ella le pide de salir a cenar afuera para tratar de que se desconecte un poco, pero ni modo. El muy tonto sigue a lo suyo. Por eso, esa noche, en el restaurante, decidió ligarse al camarero y follárselo. El esposo se lo tenía bien merecido, así que la guarra y Duncan Saint, el camarero, se citaron en los servicios del restaurante para echarse un polvo de muerte. Apenas entró por la puerta, la zorra se puso a comerle la polla y, al comprobar que la tenía bien grande, no dudó en ofrecerle el chocho para que se la follara allí mismo.