Salome Gil y Maxx Betancur se debían una follada
Salome Gil y Maxx Betancur no habían tenido ningún tipo de relación especial durante los años del instituto. Apenas si eran buenos compañeros de clase, aunque se atraían bastante. Reencontrarse después de tanto tiempo despertó sus deseos más íntimos, sobre todo porque no se parecían en nada a los de aquellos años. Maxx estaba musculoso y se había convertido en un cachas, mientras que la mexicana había desarrollado unas tetas y un culo enormes. Era de esperar que cuando fueran a la casa del mexicano para seguir charlando acabaran follando, aunque fue una sorpresa que la que diera el primer paso fuera la tetona latina, enseñándole los melones antes de empezar a mamarle la polla.