Si cuentas que te espié desde el armario contaré que te vi desnuda
Las ganas que tenía de ver a mi hermanastra desnuda eran tremendas. Después de ver sus fotos en ropa interior, me moría por verle el coño, las tetas y el ojete. Eso me llevó a esconderme en el armario de su cuarto para espiarla cambiándose, pero lamentablemente me pilló. En realidad, eso fue lo mejor que pudo haberme sucedido, porque cuando me amenazó con contárselo a mis padres, la amenacé con contarle a todos sus amigos que la había visto completamente desnuda, así que no tuvo más remedio que chuparme la polla y dejarme follarla para que no dijera una palabra.