Si me enseñas las polla yo te enseño el chocho
El coqueteo entre la rubia y el hermano empezó de la forma mas inocente: con un simple juego de desafíos en el que, de repente, a la zorra de la rubia se le ocurrió desafiarlo a que le enseñara la polla. Por supuesto que, a cambio, ella se ofrecía a enseñarle el chochito. La rubia pensaba que él nunca aceptaría el desafío, pero en menos de un segundo ya tenía el rabo afuera y, dos minutos después, ya estaban los dos completamente desnudos. Era el momento de echarse el primer polvo juntos, y empezaron a morrearse para dar comienzo a la que sería una follada inolvidable.