Todo comenzó con una comida de coño y se convirtió en una orgía
Fumar marihuana entre amigos a veces puede acabar muy mal, ya que podemos terminar haciendo cosas de las que después tal vez pudiéramos arrepentirnos. O no, quien sabe, todo depende que como nos lo tomemos al día siguiente. En el caso de estos chavales, a la semana estaban todos peleados. Las dos chicas que empiezan a comerse los coños no volvieron a hablarse ni quieren recordar que se comportaron como dos lesbianas delante de sus amigos. Menos aun, que los amigos se les unieron, las pusieron a comerles las pollas y se las follaron por turnos. Yo creo que es muy importante fijar los límites antes de ponerse a fumar, sobre todo si el peligro de que se acabe montando una gran orgía es inminente.