Un trío inesperado con el marido y un vecino anciano
Esta zorra francesa casada nunca se imaginó que ese día su vida cambiaría para siempre. Acostumbrada al maltrato y el desprecio de su marido, vivía amargada, fumando en las escaleras del edificio a la espera de que algo sucediera. Ese día, de pronto, el vecino anciano se le acercó por primera vez, se le puso a hablar y le ofreció dinero a cambio de que se dejara tocar un poco. Si algo le faltaba a la francesa era justamente dinero y sexo. La guarra aceptó y pronto pasaron de los toqueteos al sexo oral, y enseguida se pusieron a follar. Cuando estaban en lo mejor del polvo apareció el marido, quien al ver a su mujer gozando con la polla del abuelo se excitó tanto que se les unió. ¡Menudo trío acabaron montando! Desde ese día, la francesa es muy feliz follando todas las semanas con el marido y el viejo verde del vecino.